Una anécdota fina...

Ya me está gustando postear aquí como que pura anécdota bonita.. esta fue real, juro que me ocurrió, pero no incluyo nombres, nomás pa no quemar... Empezemos...

Hace dos años trabajaba yo en una de esas torres nice y de alto pedorraje en Reforma y Periférico. Estaba rodeada de gente bien que usaba ropa de marca, tenía buenos autos, venía de escuelas nice, vivía en La Herradura, Polanco y la Condechi. Los güeyes del bufete de abogados que tenían su oficina enfrente de donde yo laboraba, parecían haber salido de un casting o desfile de modas. Las viejas, ni hablar, todas bastante guapas también (hay que saber reconocer, digo...)

El caso es que un día, me encontraba yo en el baño de "damas" lavándome el comedor y retocando mi maquillaje (nice obviamente, de acuerdo al lugar), cuando de repente entra una señorita de la oficina de enfrente (SI, del mencionado bufete), poseída de una irremediable prisa y angustia. Previamente me la había topado en el mismo lugar y pude observar su belleza, rostro distinguido, cabello rubio con alaciado estrella, cuerpo estilizado (mis amigos hubieran dicho: está re buena!), traje elegante, zapatos bonitos y caros, bolsa de marca y perfume delicado.

Retomando el momento en que entró corriendo al baño, atiné a reconocerla através del espejo y fui testigo de como cerró la puerta del baño con desesperación, mientras procedía a echarse una serie de pedos al hilo, que me asombraron de lo sonoros y apestosos.. ¿Cómo es que de ese culito tan pequeño y fino pudo salir tal estruendo y tan nauseabundo olor? Las otras damas que se encontraban ahí salieron huyendo en el momento, pero yo no pude porque tenía la boca llena de pasta y ni modo que me exhibiera enfrente de los abogados con espuma cual perro rabioso. Así que tuve que recetarme sus fanfarrias en lo que precariamente me enjuagué la boca y medio peiné mi cabello. Hubiera deseado tener una máscara de soldador para bloquear el putrefacto olor que de su tripa emanaba... ni una caca de crudo superaba tal hediondez.

Esto me llevó a la conclusión de que las mujeres bellas, en el baño se pedorrean y cagan tan horrible y apestoso como cualquiera.

La caca es olorosa sin discriminar sexo, talla, clase social, nivel de estudios o elegancia y su olor es internacional...