Mi primer fajaja
Bueno, tal vez esto no será gracioso; he leído anécdotas anteriores y son harto entretenidas, pero ésta, querido lector, no lo será, así que aún está a tiempo de pasarse a otro blog más edificante o de seguir leyendo los posts de los demás compas del Muro.
Resulta que yo tenía 19 años (sí sí muy tarde para un primer lo que sea, pero pues ya, así fue y no lo ocultaré) y estaba totalmente clavada, enamoradísima perdida de un compañero de la escuela, lo adoraba con locura, y bueno, él no me correspondía. Pero claro, yo creía que algún día, que tal vez, que en el momento propicio… blah. La esperanza inútil que te lleva derechito a la perdición jejejej. Era la noche de mi cumpleaños de 20 y, aprovechando que mis papás se habían ido a Acapulco, fui a una peña con mis amigos, y me la estaba pasando muy muy bien. Él también estaba ahí, sentado frente a mí, que más podía pedir? Estábamos tomando vodka y todo era alegría. En un momento se levantó y me dijo que no se tardaba, me dejó su reloj (fue a comprar mi regalo) y yo lo guardé como una señal de confianza. Cuando volvió me regaló un tigger de peluche, se sentó junto a mí y después nos paramos a bailar “A fuego lento”. Cuando nos volvimos a sentar ya estaba acariciándome la espalda y ya ahí fue el acabóse. Obvio, yo me sentía soñada, porque estaba con el chavo que me encantaba desde hacía 2 años. Después, como yo traía falda me empezó a acariciar las piernas por debajo de la mesa, pero ah claro, cuando ya estaba subiendo demasiado la mano se la quité, qué diablos, era yo muy decente en ese entonces. Bah. Total que así estuvo el faje, salimos del antro de la mano, mientras esperabamos el coche en el valet parking me siguió abrazando y ahí sí dejé que agarrara una nalga, y cuando me fue a dejar a mi casa iba manejando y acariciándome una pierna. Yo, feliz.
Peeeero el problema fue después, porque yo, oh tonta, creí que esto era el inicio de algo y no fue ni madres, no me habló después, y una semana más tarde yo le hablé encabronadísima para que nos veamos y hablemos, y me salió con la mamada de que “es que yo soy muy afectivo con mis amigas”. Jajajaj eso sí que es gracioso, riánse conmigo (o de mí) amables lectores.
Fue mi compañero en casi todas las materias en los siguientes 2 años y medio de la carrera, seguimos haciendo equipos juntos, viéndonos en nuestras casas para estudiar y hacer trabajos, coincidimos en algunas fiestas, etc. Lo odié un poco porque siguió gustándome, pero nunca volvió a pasar nada.
Por eso, si te llamas Rodrigo y estás leyendo esto… no te creas ya no te odio (tanto) y afectivas son mis nalgas que van juntas a todas partes. Ay que vulgar me ví, verdad. Bueno por eso esto es un muro y cada quien pone “su firma”. Ahí se ven.
4 comentarios:
Bien noelle, bien por ti!! si afectivas tus nalgas!! ps que se cree este!!
oye yo me sentia freak por haber perdido mi virginidad a los 19!! veo que aun existe la decencia en algunas mujeres, jejeje!
oye y que horror seguir viendo al fulano ese, algo parecido me paso a mi, pero yo ya estaba curtida en ese entonces con lo del "afectivo" eso, pero antes asi era, me tomaban la mano y yo ya creia que habia algo... buuuuu
YO LE HUBIERA comprado una mascara del supermuñeko AL PENDEJETE ESE te debio a ver insinuado mas y si tanto te gustaba la decensia valia madres te lo hubieras comido y ya.
SALU2
Ska
Is
Life.
¡Que historia! Eso de que te dejen alborotado es de lo peor...
Nunca falta el cabrón cuando estás chavita e inexperta...
Pero no le aunque Noelle, tu te lo ahorraste y el se lo perdió.. jm!
Publicar un comentario